En la habitación de al lado

Psicólogos Avilés. Psicólogos en Avilés. 

Esta semana se nos ha ido a la habitación de al lado un hermano de una paciente mía. El desarrollo de una enfermedad ha hecho que ya no pueda tocarlo ni verlo. Así que este artículo es para ti, B. También para ti, G, otra  muy querida paciente mía, que lleva con dolor la muerte de su hijo, M, hace muchos años ya. ¡Menudos corazones que tienen! Que sepáis las dos, que escribo para vosotras estas líneas con muchísimo cariño.

Los psicólogos, como profesionales de la mente, muchas veces, tenemos que enfrentar con nuestros pacientes, el duro trago de un proceso de duelo. Se ha hablado mucho, desde la ciencia, de este proceso, se ha dividido en fases, se las ha clasificado y se nos ha enseñado cómo podemos ayudar a nuestros pacientes en este tema. Se supone, que tenemos que informarles, como si fuésemos un frío funcionario de juzgado, de las fases que pasarán, cómo tendrán que sentirse en cada momento, qué se espera de ellos, y qué ejercicios mecánicos deberán realizar para superar el dolor.

Espera un momento… no lo veo, no veo que eso funcione, no veo que clasificar, superar y no sufrir, sean palabras adecuadas para todo esto. Así que aquí os digo lo que yo siento:

Mirad chicas, B y G, y todas las demás personas que se encuentren en esta situación, no puedo ponerme en vuestro lugar porque, por suerte, aún no he pasado por ello, simplemente puedo imaginarme lo que estáis sufriendo, y sí que entiendo que es terrible por lo que estáis pasando. Tampoco os acompaño en el sentimiento, porque obviamente yo no estoy sintiendo lo mismo que vosotras. Os acompaño en la vida, en vuestra tristeza, y me emociono con vuestras lágrimas porque sé lo intensas que son. Sonrío con vuestros cariñosos recuerdos de los que se fueron a la habitación de al lado. Se humedecen mis ojos cuando os emocionáis con un gran momento de tristeza. Y desde aquí, como persona y como psicóloga, os hago una promesa, jamás dejaremos de hablar.

En nuestras terapias, o allá donde nos veamos, de vuestros corazones que se han ido. Nunca dejaremos de nombrar a M y a M, para que siempre sigan presentes, para que no se olviden, porque conozco que decir su nombre os hace sentir orgullosas. También os aseguraré que no se han ido, aunque sé perfectamente que vosotras ya lo sabéis. Solo están en la habitación de al lado, libres de un cuerpo que ya no les servía para nada. B, no eres egoísta por sentirte aliviada por la marcha de M, él estaba sufriendo mucho, ya no. Eres generosa por dejarle ir y ser libre, ahora es una ranita verde, saltarina y feliz, ya tu sabes. G. las dos sabemos que el dolor nunca desaparecerá, y que eso está bien, porque significa lo mucho que quieres a M. Sabes que hay días malos, fechas malas, pero que eso está bien, porque son aquellas en los que M está aún más presente . Sé que lo conoces y que lo aceptas.

Con este artículo, quiero expresar, que la mejor terapia de duelo que podemos hacer los profesionales de la psicología es la de escuchar, comprender, compartir y emocionarnos con esa persona que tenemos delante, y que, entre lágrimas, nos cuenta su más profunda tristeza. No quiero fases, clasificaciones ni procesos. Quiero más lágrimas y sonrisas, más bromas cariñosas y más momentos de complicidad.

Por último, aunque este articulo haya sido escrito en segunda persona, es para todos vosotros que estáis pasando este duro trance, ¡ánimo! Espero que el dolor que sentís ahora, se mitigue y se convierta en bonitos recuerdos.

Psicólogos Avilés – Psicólogos en Avilés.

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