Luz de gas

Luz de gas. El maltrato invisible

Culpa, vergüenza, rabia, frustración… y de repente… no entiendes nada. Tienes una relación, parece que todo va bien, como si todos tus sueños se hubieran visto realizados en una sola persona. Compagináis a la perfección y el tiempo juntos de pasa volando. Mil planes que vivir, cientos de vidas que disfrutar. Situación cómoda, holgada, te sientes la princesa del último cuento Disney ¿Cómo puede ser todo tan perfecto? Fácil, no lo es, no es perfecto en absoluto. Esa persona te está arrastrando a una absoluta dependencia emocional, y desde ahí, la luz de gas está servida.

El maltrato que nadie percibe. Luz de gas

Un día cualquiera, te levantas y no sabes qué hora es, le preguntas y no obtienes ninguna respuesta. Su ceño fruncido y su silencio te señalan que algo le pasa, pero ¿qué? Rápidamente haces un repaso en tu mente del día anterior, de qué has podido hacer para que esté tan molesto. Nada, frustración, ¿qué he hecho? ¿Qué te pasa? “Tú sabrás” Es lo único que obtienes como respuesta. Tu cerebro a mil por hora vuelve a repasar todo lo sucedido… nada, no encuentras nada, y de repente, empiezas a sentir una horrible sensación. Está claro que algo he hecho mal, pero no sé el qué, eso significa que hago cosas sin darme cuenta, que no soy consciente de mis actos, que… ¡estoy loca! Bienvenida a la luz de gas.

Hacer luz de gas, según su definición, es una forma de abuso psicológico que consiste en presentar información falsa para hacer dudar a la víctima de su memoria, de su percepción o de su cordura. Puede consistir en negar la evidencia de un acto que tú estás segura de haber percibido, de la invención de situaciones o conductas que no han existido, o de la interpretación absurda de hechos. Es más, cuanto más absurda es la situación, más abuso existe, ya que lleva a la víctima a pensar que cómo no ha podido darse cuenta de una evidencia tan grande. Más grande es la sensación de locura, de estar perdiendo la cabeza, de que el otro, tu pareja, está haciendo todo lo posible para que vuelvas a tener contacto con la realidad, pero tu testarudez y escasez de miras, hacen que le saque de quicio.

Luz de gas

¿Es mi culpa? ¿Qué hago mal?

Todo lo que haces está mal. Los enfados por cosas que no entiendes son cada vez más frecuentes. Y lo peor de todo, es que estás firmemente convencida de que todo. Absolutamente todo, es tu culpa. Quizás la que esté rompiendo esa buena relación eres tú, si todo iba bien, y ahora tu pareja siempre está enfadada, será que algo has hecho. Las personas normales no se enfadan por nada, ¿no? Exacto, las personas normales no se enfadan por nada. Se pueden molestar, dialogar y llegar a negociaciones y acuerdos en común. No dejan de hablarte en un “silencio perverso” cuyo único objetivo es sacarte de tus casillas y así, demostrar nuevamente lo loca que estás.

Decirte: no es tu culpa, la luz de gas es uno de los maltratos más maquiavélicos y es mucho más frecuente de lo que piensas. Es un abuso que no deja marcas, que no puedes demostrar, que no te creerán. Que en los juzgados pasa totalmente desapercibido. Es una forma de maltrato “limpia y aséptica” pero con consecuencias demoledoras en tu personalidad, en tu autoestima y en tu vida.

Es por ello, tanto nosotros como psicólogos en avilés, como profesionales de diversos ámbitos, nos estamos uniendo para dar a conocer la luz de gas. Para que sepas que lo que estás viviendo no es lo bueno ni lo normal. Para decirte, que tienes derecho a no ser maltratada.

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