Sentirse bien es posible

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Trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidad se presentan como la causa de todos los demás trastornos mentales. La máxima de la psicología cognitiva es «sentimos como pensamos», es decir, así como sea nuestro sistema de creencias, así serán nuestras emociones.

La terapia cognitiva para este tipo de trastornos, pasa por un conocimiento exhaustivo de la propia personalidad, su formación, su inicio y el sistema de pensamientos que la mantiene. Posteriormente, se trabajará la disfuncionalidad de estos pensamientos, usando para ello la reestructuración cognitiva para conseguir un cambio positivo en ellos y por lo tanto una vida más feliz.

¿Crees que tienes depresión?

El diagnóstico de este trastorno se basa en la triada cognitiva de la depresión, esto es, una visión negativa de sí mismo, del mundo y del futuro.

Actualmente este trastorno es comúnmente tratado desde la psiquiatría con fármacos psicotropos llamados antidepresivos, siendo los ISRS los más usados. Si bien en cierto que poseen cierto poder curativo, es a costa de una serie de efectos secundarios y de su corta efectividad, es decir, enmascaran un trastorno en vez de tratarlo, curarlo.

Desde la psicoterapia se ofrece una curación mucho más efectiva a largo plazo y sin ningún tipo de efecto secundario. El tratamiento está basado en una fase conductual, donde se le dan al paciente una serie de pautas de conducta, y una fase cognitiva de reestructuración de pensamientos disfuncionales.

La psicoterapia se presenta así como la forma más efectiva a largo plazo de tratamiento de la depresión.

Psicólogos en Avilés | Zoraida Castiñeiras

Ansiedad

Psicológicamente, la ansiedad patológica es un estado que cursa con diferentes síntomas físicos y cognitivos. Físicamente, es habitual sentir opresión en el pecho, sentimiento de ahogo, sudoración, taquicardias…

Cognitivamente, son habituales las rumiaciones, pensamientos circulares sobre una o varias preocupaciones del paciente, angustia y sentimiento de vacío.  Desapego con la realidad en su caso más extremo.

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Terapia de pareja ¿Aún queda algo?

Esta es la primera pregunta que le hago a una pareja cuando viene a consulta, es un requisito necesario e indispensable. “Ok, esto no ha estado funcionando por un tiempo, pero ¿aún os queréis?” Es un momento crucial en la terapia, dependiendo de la respuesta, la terapia tendrá éxito o no. Cuando la respuesta es afirmativa, comenzamos a trabajar.

Muchas parejas son maravillosamente compatibles, se quieren, se respetan y se permiten sus espacios, esto es lo deseable y el objetivo a trabajar. Sin embargo, aún cumpliendo estos factores, continúan teniendo pequeñas riñas que enrarecen la convivencia, esto puede deberse a múltiples causas. La que más veo en consulta es la falta de comunicación. Un miembro de la pareja da por sentado que su compañero, realmente, conoce una información que él mismo no le ha dado “A ver, es que se supone…no hace falta decirlo todo, ¿no?” Pues sí, sí hace falta decirlo todo.
En cuestión de comunicación, más vale que sobre. Nunca conocí a una pareja con problemas de exceso de comunicación, pero conozco a muchas con falta.

“Solo sentirás el afecto que se te demuestre, que se te diga”
En consulta, vienen parejas en las que uno, o los dos,  se siente solo, poco apoyado, poco querido… la respuesta del otro miembro suele ser “¡pero si ella ya lo sabe! A que lo sabes, ¿eh?” Bueno, realmente no, puede suponerlo, pero no lo sabe, porque solo sentirás aquello que se te demuestre.

Estos son algunos de los factores que se trabajan en una terapia de pareja, obviamente hay muchos más. Cada pareja es diferente y la terapia es adaptada a  cada caso.

Realmente, todas las parejas necesitan, en alguna ocasión, un repaso, un “lavado de cara”, para poder disfrutar lo más posible de la relación. Por eso empezasteis, ¿no?

Trastornos de alimentación

Existen muchos trastornos de la alimentación, pero los que más se ven en consulta son la anorexia y la bulimia. Trastornos que sufren más las chicas y que están directamente relacionados con su personalidad. Muchas de mis pacientes, cuyas vidas, obviamente no corren peligro y están en un peso más o menos normal (en caso contrario, sería necesaria una hospitalización) se sorprenden cuando, después de contarme lo que les pasa, les contesto que lo que hagan con la comida no me importa, que, realmente, ese es el menor de sus problemas.

Quizás, tú también te preguntes la razón de mi extraña respuesta, te lo voy a explicar con un caso práctico. Repito que, aunque son casos reales, no te preocupes, nunca hablaré de ti.

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