Psicólogos en Avilés.  Psicólogos Avilés

“Los diamantes se forman bajo presión, las aceitunas se presionan para hacer aceite, las semillas crecen en la oscuridad. Cada vez que sientas aplastado, bajo presión o en la oscuridad, estás en un lugar poderoso de transformación”

El otro día mantuve una interesante conversación con una compañera psicóloga, al ser la psicología una ciencia no exacta, recientemente se ha descubierto que las matemáticas tampoco lo son, cada psicólogo tiene una forma diferente de trabajo. Ella me expuso su teoría sobre la vida, sobre los objetivos a alcanzar, sobre la felicidad. Me argumentaba que, lo que el ser humano debe buscar, es la felicidad completa en cada momento de su vida. Huir de los problemas, del sufrimiento, alcanzar un lugar donde no se mire lo malo, no se tengan en cuenta las dificultades. Solo querer ser feliz siempre. Me recordó un artículo que también he leído recientemente, explica que estamos viviendo en una sociedad de la comodidad. Todo tiene que ser cómodo, fácil, rápido, sin esfuerzo, tenemos derecho a ser felices cada segundo de nuestra vida, y si no, es que algo estamos haciendo mal. Cómprate el último modelo de móvil, cena en el restaurante de moda, sigue las tendencias ¡no te pierdas nada! ¿Te sientes agobiado o abrumado en estos momentos? Porque yo sí, pienso que no puedo estar en la cresta de la ola constantemente. Si creo que necesito ser feliz a cada momento y no lo soy, me siento frustrada, decepcionada, triste, fracasada, me angustio, siento ansiedad y eso puede llevar a una depresión.

Ahora te pregunto, ¿realmente piensas que puedes ser feliz constantemente? Bien, cuando te echen del trabajo, no lo pienses, no pasa nada, sé feliz. Si, por desgracia, se te muere un familiar cercano, da igual, lo importante es tu felicidad, no importa. Dime si puedes hacer eso.

El dolor es inevitable, sufrir también lo es. Sí es cierto que tú decides cómo tomarte las cosas, tú eres el dueño de la interpretación que haces de la realidad. Si piensas bien, te sentirás bien, pero solo hasta cierto punto. Si te diagnostican una enfermedad grave, es lógico y normal que te angusties, no puedes ser feliz en ese momento, no pasa nada, llora, es bueno. Si quieres, un psicólogo puede enseñarte a llevar mejor esa situación, eso te ayudará, pero obviamente, seguirás preocupado.

¿Qué te propongo? ¿Cuál es mi método? Bien, mi forma de trabajar como psicóloga está basada en aprender de lo malo. Si piensas que lo que te ha sucedido es una desgracia, te sentirás desgraciado. Si crees que la circunstancia desagradable que te ha tocado vivir, es una oportunidad de aprender, te sentirás mucho mejor.

 Vamos a poner un ejemplo, ¿Qué le dirías a una persona que está siendo maltratada? Seguro que lo primero que se te ocurre decirle es que huya, eso está bien. ¿Y a continuación? “Mira, María, eso que te ha pasado es horrible, eres una víctima, pobrecita, menos mal que ya te has ido, olvídalo, ahora ya pasó, nunca más pienses en ello, ahora tienes que ser feliz” ¿Crees que María puede olvidar? Si la obligas a olvidar y, como es normal, no puede, María se sentirá fracasada e incapaz, frustrada y triste. 

Te lo cambio por esto: “Mira María, eso que te ha pasado no ha sido bueno, no puedo decirte que ojalá no te hubiera pasado, porque esa premisa ya no existe, así que vamos a ver qué sacamos de todo esto, si lo miras bien, ahora tienes una oportunidad de aprender, algo que solo se le da a las personas muy especiales, a las que han soportado tanto dolor. María, eres especial, eres muy fuerte y muy valiente, aprende, enseña a los demás” ¿Cómo crees que se siente ahora María? María ahora se siente y es una heroína.

Solamente se ve aquello que se está preparado para ver. Si has pasado dolor, sufrimiento, estás más cerca de ver cosas, de aprender, de ser más fuerte y más sabio. ¿No está genial eso? Aunque parezca mentira, después de haber experimentado el dolor, nadie vuelve a ser como antes, te vuelves más resistente, más valiente, mejor.

Las cosas son lo que son, es nuestra resistencia a ellas lo que nos hace sufrir, no podemos cambiar las circunstancias que nos tocan, sí podemos aprender de ellas. Sí podemos aceptarlas. Un problema solo es un problema si tú piensas que es un problema, ¿qué tal si lo ves como una oportunidad?

Cuando piensas que has fracasado, solo te has equivocado, ahora tienes la oportunidad de hacerlo mejor. Si te quedas pensando en lo desgraciada que es tu vida, realmente quedarás ahí estancado en el sufrimiento. Siempre que algo no sucede como quieres, esperas, o deseas, es que quizás esté sucediendo de una manera mejor, piénsalo así.

Esta es mi forma de trabajar con mis pacientes cuando sus circunstancias no son del todo buenas. No anclarse en lo malo, tampoco huir y correr hacia lo bueno, ya que eso es imposible, aceptar lo que hay y aprender de ello.

Fortaleza para cambiar las cosas que puedo cambiar. 

Paciencia para aceptar las cosas que no puedo cambiar.

Sabiduría para aprender a distinguirlas.

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